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Cloud pública, privada, e híbrida. Esta clasificación se refiere al uso que hacemos de la nube, lo que también afecta a la forma en que nos conectamos a ella. En los últimos años la tendencia de las empresas es decantarse hacia la nube híbrida, que es una combinación de nube pública y nube privada.

  1. La nube pública es una infraestructura en la nube, propiedad de un proveedor de servicios en internet. El proveedor pone a disposición de los usuarios su nube porque allí está alojada la aplicación que el proveedor distribuye. Por ejemplo, si decidimos usar la aplicación de mensajería Microsoft Exchange Online para gestionar nuestro correo electrónico, estaremos utilizando la infraestructura de Microsoft en la nube. Existen multitud de aplicaciones y proveedores que se ofrecen en internet. La oferta es muy variada e incluye programas de facturación y contabilidad para empresas, CRM (Customer Research Management), plataformas de e-learning, etc.  En todos estos casos, cada proveedor dispone de su propia nube donde se aloja su aplicación, y nosotros podemos usarla simplemente contratando el servicio y registrando nuestros datos en la web del proveedor. Podemos usar las nubes públicas de varios proveedores si contratamos el servicio con todos ellos.
  2. La nube privada es una infraestructura en la nube contratada por nosotros, en la que instalamos nuestras aplicaciones. El resultado es una nube a la que solo nos conectamos nosotros y tiene nuestras aplicaciones y nuestros datos.
  3. La nube híbrida es una combinación de nube pública y privada. Algunas aplicaciones las usamos a través de la nube pública del proveedor y otras las instalamos en nuestra web privada.

 

Entonces, ¿qué tipo de nube necesito?

La decisión final dependerá de la aplicación. En algunas ocasiones, la opción de nube pública es la única opción disponible, porque el proveedor no ofrece la opción de nube privada. Si el proveedor ofrece ambas opciones, hay que valorar los costes mensuales de cada opción. Normalmente, si tenemos varias aplicaciones, será más ventajoso instalarlas todas en servidores nuestros en la nube a fin de unificar costes. Además, la opción de la nube privada nos permite controlar mucho mejor el acceso de los usuarios, y por tanto es un sistema más seguro.

La nube pública es más cómoda porque la instalación y el mantenimiento se lo estamos contratando al proveedor, pero en cambio la seguridad de accesos es débil porque cualquier usuario del mundo que conozca nuestro nombre de usuario y contraseña podría entrar sin nosotros saberlo.

Con una nube privada, podemos gestionar mucho mejor los accesos de los usuarios, limitando los lugares desde los que se permiten conexiones, obligando a los usuarios a cambiar las contraseñas con una determinada periodicidad, y disponiendo de información de las últimas conexiones realizadas.

 

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